Si con Canciones en Cuarentena Volumen I (F-Holes Records, 2020), un conjunto de versiones de temas clásicos del r'n'r (también de jazz, country y canción italiana) con algunas composiciones propias, la banda madrileña Montana volvía a demostrar que el rock and roll no es un viaje hacia las estrellas sino un trabajo diario en el local de ensayo para después darlo todo en el escenario, la segunda entrega de la serie (Volumen II: Confinamiento, 2021) corrobora lo bien que Antonio Alcázar y compañía han sabido aprovechar la cuarentena.
Era noviembre de 2019 cuando, después del exitoso concierto organizado por Rockersaurios en la sala Cool de Madrid y tras años de sequía discográfica -que no de conciertos en vivo-, surge la intención de grabar un nuevo disco. La consabida pandemia y el obligado confinamiento condicionan más para bien que para mal el desarrollo del trabajo. Con Miguel Ángel Vega a la guitarra, Rafa Moreno en la batería, Borja García al bajo, y al ritmo de “Cradle of love”, Antonio Alcázar entra en los estudios de Pablo Paz y, en un alarde de inspiración -recompensa al trabajo diario-, graba con brillantez los primeros 10 temas de esta serie que promete seguir dando exquisitos frutos: La Casa del sol naciente, Dime, Pensaré, Aleluya, Un día entre semana, Country Roads, When I'm gone, Una lacrima sul viso, Good Rockin' Boogie y la mencionada Cradle of love dan muestra de la madurez de un músico serio, generoso, inteligente, divertido y nada corriente.
Apenas sin tiempo para digerirlo, aparece el Volumen II, cinco temas del repertorio Montana de siempre ("Sara", "No sé qué me pasa, "Te quiero, te adoro, te necesito", "No voy a currar" y "El chulo del barrio"), y otros cinco clásicos del rock and roll universal ("Popotitos", "Calendar Girl", "Rockabilly Rebel", "Blue Spanish Eyes" y "Lonely Summer Nights".)
Obreros del rock and roll
Relativamente lejanos, aunque muy vivos en la memoria, quedan los tiempos de Velasco, el EP anticipo de lo que sería su primer larga duración, Montana, producido por Tibu y publicado por Zafiro Records, y que estuvo a punto de llevar al éxito al grupo. Canciones como "Sara", "El Capo", "La Luna de Marfil" y la referida al ladrón de corazones -y al de ciclomotores- compartían megahercios con los éxitos del momento "Aquí no hay playa" o "Cadillac solitario". Pero ni la fama ni el negocio entraron nunca en los planes de Antonio Alcázar, cantante, fundador y líder de la banda. Eran tiempos movidos en Madrid, noches de música en vivo, libertad, rock and roll, diversión y negocio. Esto último para unos pocos. Pero al éxito fácil, Montana siempre contrapone el trabajo constante; al postureo, la sinceridad y la seriedad. El grupo se había formado en 1986 con Antonio Alcázar (voz y guitarra), Aldo Cavaleiro (bajo y contrabajo), Sergio del Palacio (guitarra) y Alejandro Diez 'Abuelo' (batería). Como tantos otros comenzaron su andadura en el King Creole versionando temas clásicos de los 50 y 60, para poco a poco atreverse a cantar en castellano y componer sus propias canciones, repletas de humor y desmitificando tópicos.
Tras aquél primer disco llegaron Un día entre semana, producido por Ollie Halsall, con canciones como "El rock de la cerveza" o "El Rodríguez", y que recibió el apoyo de la Cadena Ser, que los llevó de gira por toda España, y ya en los difíciles 90, Directo bares (1994), Tamaño real (1995) -ahora apoyados por Cadena 100 y 'La Jungla' de José Antonio Abellán- y No es fácil vivir así (1998). Con el abandono de varios de los músicos originales, entrarían en la banda Miguel Vega (guitarra) y Roberto Pettinato (saxofón). También llegaron a formar parte del grupo Salomón Molina (guitarra solista), Alfonso Múgica (contrabajo), Juke (bajo), Miguel Ángel Hernando 'Lichis' (bajo) o Miguel Ángel Guillermo (batería).
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