Desde que Eric Clapton grabó el histórico disco junto John Mayall Bluesbreakers en 1966 pasaron una infinidad de cosas en la vida del guitarrista británico hasta 1994. Integró Cream, luego Blind Faith y más tarde Derek & The Dominos; padeció una severa adicción a la heroína, de la cual se recuperó con mucho sacrificio; colaboró en infinidad de proyectos como el de Delaney & Bonnie; tuvo un mega éxito con Cocaine; se asoció musicalmente con Phil Collins; padeció con el alcohol; perdió trágicamente a su hijo Connor; y tuvo un tremendo suceso con su disco Unplugged. En todo ese tiempo, Clapton coqueteó con diversos sonidos y géneros musicales. Pasó por la psicodelia, el rock sureño, el reggae y el pop, pero siempre con una pata, o al menos la punta de los dedos, metida en el blues. Hasta que, finalmente, decidió que era momento de sumergirse de lleno en la música con la que se formó. Así nació From The Cradle.
El álbum, lanzado el 12 de septiembre de 1994, hace hoy 30 años, logró recrear el ambiente del blues eléctrico de posguerra. Clapton recurrió a clásicos de Willie Dixon, Elmore James, Muddy Waters, Freddie King, Leroy Carr, Jimmy Rogers y Lowell Fulson para darle forma a un disco que sería bisagra en su carrera.
La guitarra slide que inicia Blues Before Sunrise ya marca el tono del álbum, un mensaje sin filtros, bien directo: esto es blues, solamente blues. Su voz en la canción incluso imita el gruñido de Elmore James y la banda suena contundente. Temas como Five Long Years, Hocchie Coochie Man, Blues Leave Me Alone, Sinner's Prayer, pero sobre todo las magníficas versiones de It Hurts Me Too y Someday After a While se encuentran entre las mejores y más poderosas interpretaciones de blues que él haya grabado. Hay un atractivo pop en su relectura acústica de Motherless Child, tema que parece linkear a éste disco con su antecesor, el Unplugged, mientras que el solo de Groaning the Blues es probablemente de los más intensos y apasionados de toda su carrera.
From the CradleLa interpretación del repertorio de From The Cradle fue intuitiva, precisa y muy respestuosa del sonido tradicional. El disco, producido por el propio Clapton en compañía de Russ Titleman, fue grabado en vivo en el Olympic Studios Barnes en Londres, con solo dos overdubs: la guitarra dobro en How Long Blues y la batería en Motherless Child.
La banda que lo acompañó estuvo formada por una notable selección de músicos. Chris Stainton, que venía de tocar en los setenta con Joe Cocker y más acá con el tiempo con Bill Wyman's Rhythm Kings y Steve Winwood, se encargó de los teclados. Andy Fairweather Low, que llevaba unos años junto a Clapton y descolló en el Unplugged, aportó las guitarras rítmicas. La base de bajo y batería recayó en manos de dos sesionistas de fuste como Dave Bronze y Jim Keltner, mientras que la armónica estuvo a cargo de Jerry Portnoy, que tuvo su doctorado en el género acompañando a Muddy Waters en los setenta. A ellos se le sumó la poderosa sección de vientos The Kicks Horns en algunos temas.
From The Cradle significó el regreso al blues de su hijo prodigo. Ese reencuentro con la música de sus maestros lo llevó a grabar después un álbum memorable junto a B.B. King (Riding with the King / 2000) y dos discos enteramente dedicados al cancionero de Robert Johnson en 2004 (Me and Mr. Johnson y Songs for Robert J.) y también a incorporar de manera definitiva no menos de cinco clásicos del género por show. Desde aquél disco de 1966, que llevó a sus fans a considerarlo Dios, Clapton recorrió un largo camino, por momentos sinuoso en su vida personal y cuestionable en lo artístico, pero que siempre tuvo un pie metido en el blues.
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